sábado, 1 de diciembre de 2012

Un idea erronea


El amor no te hará cambiar, tu lo cambiarás a él, con manos de inocente deseo, colgado en las lágrimas de mariposa, lo amoldarás, porque esa es la particularidad del amor, se crea cada día en el instante y no depende de él el sujeto, sino que es el amor quien esta sujeto a la melancolía de las noches tibias en que nos encontramos, ahí en la cotidianidad, cuando aprendemos, como ceramistas, como niños con el silabario, los signos, los fonemas de la palabra y cuando ya es tarde, cuando nos agotamos terminamos de gestarlo y ahí creamos el sentimiento sólo para volver a caer en el sopor del sueño, para que se desvanezca tras los párpados, para comenzar otra vez

martes, 10 de enero de 2012

A María

Eres el ángel,
alas como cuchillos
y me desangro
bajo tu silueta de querubín.
Pies fríos bajo las sabanas,
abrazan al ruiseñor,
y los pechos duros y blancos
resaltan sobre la oscuridad.
Me muestras el cielo,
solo para tirar de mis pies,
de vuelta al suelo, suelo terminar.
No te hagas la inocente,
que a ti también te gusta jugar.
Desprende mi carne del látigo,
que solo así perdón conseguirás.
Grita!
Ladra!
Quizás saques a dios,
de su eterno estupor.
Grita!
Ladra!
Tus padres vendrán,
te darán una lección.
I feel drive and I'm De-ad
But you really have a life.
Hunde tus manos en el lodo,
tal vez puedas volverlo a endulzar
No cariño, no soy el diablo
solo te vengo a guiar
Grita!
Ladra!
Nadie te va a escuchar.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Sin titulo- por continuar

- La pantalla proyectó una luz parpadeante a la vez que la primera linea de imágenes inconexas pasaban por ella, en la oscura sala no habían mas de cinco personas, no emitían más sonido que el propio al respirar plácidamente sentados en las butacas de cuero carcomido por los ratones a través de los años. Si se analizaba con calma como lo hacia la mujer del fondo se podría notar lo estratégico de sus posiciones, cada uno estaba sentado lo mas lejano posible del siguiente; no coincidían en fila ni linea de asiento. En ese momento le resultaba paradójico a la mujer que el lugar en que años atrás hubiera servido para unir personas hoy era usado como espacio para la privacidad y los pensamientos solitarios.
Nadie realmente miraba lo que pasaba en la pantalla, solo servia de marco de sus pensamientos, la sala en si solo era una excusa inventada por cierto hombre ingenioso un par de siglos atrás y replicada por todo el mundo que como la mayoría de las cosas llegaba hoy a su decadencia. Decadencia, la palabra del siglo hubiese dicho la mujer a un viejo meses atrás cuando este le preguntara que opinaba sobre los avances del gobierno en materia de felicidad. En vez de eso solo sonrió con ironía y pronuncio las palabras mas usadas en estos tiempos,"no podría ser mejor", al recodar las palabras sintió nauseas, no evito la expresión de asco, al considerar estas como la expresión máxima de conformismo pero que mejor frase para resumir el sentimiento de la sociedad, la pantalla frente a ella ahora mostraba una escena romántica de una película de quizás un siglo y medio de antigüedad.
La puerta de entrada se abrió de repente, la luz del exterior se reflejo en el costado izquierdo de su respingada nariz solo un momento antes de que volteara la cabeza para mirar al intruso que la sacaba de sus cavilaciones, en efecto, una sombra remplazaba la otrora luz cuando paso el hombre a su lado. Para su sorpresa, el esquema perfectamente improvisado de ubicación se rompió cuando el hombre se sentara frente a ella, sin importarle la cercanía. La mujer se sintió irritada de pronto, no por que el sujeto le impidiera la vista, no porque oliera mal, sino solo por que le pareció que ni siquiera advirtió su presencia, un sentimiento que llevaba siempre con ella de pronto se manifestó en pensamiento, su propia insignificancia la sacudió de sus raíces, no la habían notado, eso no debía pasar, nunca le había pasado antes.
Es necesario explicar antes de continuar con lo acontecido la naturaleza del impacto que recibió en ese momento Lena, pues ese es el nombre de la mujer en cuestión.
Al nacer Lenarda su madre murió desangrada como consecuencia del parto, cosa no menor desde que ya no moría la gente así, según los médicos no se había registrado un caso como el suyo en al menos un siglo, incluso salio publicado en un periódico que Lena aun guardaba en el sótano. Su madre había sido la primera mujer de División Uno, quiero decir geneticamente planeada, creada con los mejores ganes en combinación para producir lo que se conocería en esos tiempos como la nueva perfección, sin embargo la experimentación no había resultado del todo bien, todos los humanos creados habían presentado una resistencia al ambiente que los hacía mutar desmedidamente y muerto en consecuencia al ser desconectados de la placenta, mas la madre de Lena, había logrado sobrevivir bastante bien, necesitaba eso si tratamiento constante para evitar las mutaciones génicas que la afectaban.
El proyecto Creación División Uno fue abandonado y solo quedo de ello Etha la madre de Lena que fue a vivir con el medico jefe de la División, el resto transcurrió bastante normal, Etha enamoro al medico, pues resultaba de una hermosura inhumana, hecha a la medida, la Creación tenía pelo rojo como las llamas, que le caía como lava por la espalada perfectamente erigida, liso a mas no poder, las facciones de la cara jugaban con una armonía perfecta, coronando la obra de arte del doctor con unos ojos hermosos, brillantes como cristal amatista. Mas toda la belleza junta de la mujer la hacia parecer fría, y lo era casi polar, su temperatura era mas baja a lo acostumbrado casi haciéndole referencia a su personalidad o a la falta de ella.
Lena tenia muchas similitudes con su madre, el cabello por ejemplo era carmín, mas no era liso como el de la madre, sus ojos tenían la forma mas eran color ámbar como los del padre. Y así sucesivamente era una combinación entre la humanidad y la División Uno lo que la convertía en una forma casi mejorada de su madre pues en ella había sentimientos, no solo eso llevaba la vida que su madre no había podido conseguir.
El padre de Lena considero su nacimiento como una maldición, fue como coartarle la piernas a un corredor salvo que para el no habían ni prótesis ni regeneración asistida.
Por lo tanto Lena creció sola, su padre siquiera la miraba ni salia de la planta donde vivían, ella prácticamente no salia tampoco, resultaba demasiado hermosa para las calles, la gente la miraba, los hombres la acosaban por doquier, muchos llegaron a seguirla otros se volvía locos apostados en la acera frente a su casa, incluso hubo uno que murió de inanición al olvidar comer mientras vigilaba su puerta.
Ella llevo los rasgos de su madre como una cruz, solo salia de noche y cubierta con una bufanda que le cubría hasta la nariz, sus pasatiempos se volvieron leer los libros ocultos de su padre he ir a las funciones ilegales de la cine teca en el barrio asolado en el sector este. Disimulaba su belleza como podía, cortaba su pelo muy corto y disparejo, no usaba maquillaje y vestía como un niño, así podía salir sin la bufanda durante la penumbra.

Esa noche la irritación que sintió fue su orgullo hecho pedazos cuando un hombre normal, la había visto sin mirarla y había seguido su camino sin mas sentándose a su lado como lo hubiera hecho de cualquier otra.
Ahora la pantalla mostraba explosiones y automóviles obsoletos corriendo, Lena empuñaba sus manos con fuerza intentando controlar los sollozos que le apretaban el pecho. El hombre al frente no parecía notar nada, abrió su bolso colgante y saco de el un pequeño libro prohibido y busco el separador que había dejado en él.
Al ver este acto de valentía y arrogancia extremas la mujer dejo escapar uno sollozo, corto y firme.
El sujeto lo percibió y dio media vuelta enseguida ante el sonido, que descubrió provenía de una mujer sentada justamente tras el, la cara de la Lena era iluminada a intervalos irregulares por la luz que la pantalla proyectaba, el hombre la miro con curiosidad y algo de burla.
-No me digas que fue la película- dijo el hombre con suficiencia.
-¿Que?- respondió Lena con ira y el orgullo quebrado.
-Estas llorando, ¿Fue o no fue por la película?
Lena sintió odio por la forma en que él no cuestiono que estuviese llorando.
-No estoy llorando- dijo intentando ser cortante pero con la voz claramente afectada.
- ¿Como le dices tu a cuando la gente escurre agua y sal por los ojos?
Solo hay Lena percibió las lagrimas en sus mejillas.
- Le llamo expulsión de agua residual vía ocular - Dijo ella ya sin poder ocultar las lagrimas.
- ¿Pues por que la expulsión? - dijo el hombre aun en busca de una respuesta.
Lena no respondió, no se le ocurría una mentira que fuera creíble.
El hombre la siguió mirando un rato, pero se dio cuenta que no conseguiría respuesta alguna por lo que se limito a sonreír.
- Me llamo Vique si quieres saber- dijo aun sonriendo y se dio media vuelta y continuo su lectura tranquilo.
Lenarda de a poco controlo sus lagrimas hasta que logro conservar una respiración apacible, fingió ver el resto de la película, más lo que ocupaba su atención era el descubrir el titulo del libro que el hombre leía, le resultaba difícil distinguir las letras con la deficiente luz y la distancia de mas de un metro que los separaba. Al final de la película solo logro entender las letras P - A - R - A - I. Se levanto de su butaca, tomo su bolso colgante y saco de el una barrita de nutrientes sabor a chocolate la abrió y camino a la salida, Vique aun seguía leyendo y ni siquiera levanto la vista cuando Lena se levanto.
La chica corrió a su casa por las calles sucias del Barrio Asolado, generalmente caminaba lento pues le gustaba el paisaje nocturno, casa casas viejas en ruinas cubiertas de mugre y un plástico semitransparente pero hoy no sentía ganas más que de llegar a su alcoba.
Su casa era de una planta y el subterráneo, donde vivía su padre. Era cómoda y espaciosa, bastante nueva blanca en su totalidad y con muchas separaciones de cristal.
Al entrar Lenarda sintió el olor de las orquídeas sintéticas y se calmo bastante, camino ahora lento aunque con la respiración entrecortada al cuarto de aseo, tomo unas tijeras, se miro en el espejo que tenia frente a sí y corto un poco su roja cabellera, su cabello caía al suelo como hojas en el otoño y Lena sin poder controlarse ya soltó una risotada increíble le pareció de pronto una niñería su actitud frente al desconocido, se le ocurrieron cientos de frases ingeniosas para rebatirle, lastima que se le ocurrieran con dos horas de atraso.

jueves, 27 de octubre de 2011

Concéntrate

¿Que pasa cuando todo lo que creíste cambia? ¿Como se vuelve a tomar el camino? esas son las preguntas con las que tenido que discutir en mi cama últimamente, es que es complicado cuestionarte todo lo que antes pusiese como un dogma y darse cuenta que todo lo que viste no era ni una cuarto de la realidad. Quizá estoy haciendo un remolino en un vaso de agua o quizás no, no lo se. Y me siento como quien no tiene suelo donde poner los pies, a veces pienso ¿Y si hay algo mas allá de lo que decidimos? porque me resulta tan difícil creer en todos los acontecimientos que han sucedido este año que aun no acaba.
Cuando en año nuevo me hice la promesa de arriesgarme, aventurarme a las nuevas experiencias jamas imagine las consecuencias que eso me traería, ahora no se si me arrepiento solo me cuestiono lo transitorio de esta "felicidad" lograda en tan poco. Mis prioridades, mis pensamientos se abrieron muy rápido y ahora me faltan manos para agarrar todo lo que se escapa. Estoy en ese pequeño lapso de la vida en que descubro quien soy verdaderamente, que es lo que quiero, para que estoy aquí, y aunque busco y busco las respuestas no lo se y lo peor es que ya ni siquiera me importa, ahora estoy siendo muy subjetiva así que me explicare mejor.
Lo que quiero decir es lo siguiente... no puedo dejar de pensar en las cosas sentimentales, en los momentos pequeños pero decisivos en la luz reflejada en el iris de un ojo marrón cuando debería preocuparme por mi futuro por lo que quiero ser, antes estaba segura que la biología era lo mio, que me gustaba, ahora ni siquiera le veo el punto a preocuparme. ¿De que me vale la plata que gane trabajando como loca toda la vida si voy a estar tan apurada en terminar todo que me voy a perder de las pequeñas cosas que si quedan grabadas? ¿Que es mejor recordar millones de datos o solo un instante de total desprendimiento? Quizás muchas me dirían e incluso mi antiguo yo lo diría... Estas viendo todo mal, concéntrate en los objetivos, alcanza el estatus que tu siempre quisiste, concéntrate en lo que puedes llegar a hacer!!! Pero lo intento y no puedo, y siento que estoy perdiendo el tiempo y al mismo tiempo mi corazón me dice que este a sido el año en que mas he vivido, en que mas he crecido, pero porque no logro saber lo que soy? Es que quizás lo mio no es ver por el futuro sino soy el hoy, el ahora.
Mis padres no estarán para siempre encargándose de mi, entonces algo tengo que hacer no? trabajar, estudiar algo que me salve de vivir atrapada en una oficina llena, o quizás estudiar solo significa tener una oficina mas grande pero siendo igual de esclavo que quien no estudio?.
Tanta divagación por lo que descubrí una mañana acostada en el pasto de un parque mirando el verdor moviéndose al rededor, intentando buscarle la sintonia con el ritmo de un corazón desbocado que se escucha muy cerca mientras se intenta contener la respiración de a poco. Luego perder la razón en un abrazo estrecho sin pensar mas en nada solo en los movimientos que aparecen por si solos, me pregunte por que la falta de palabras concretas, ahora no lo hago, no hacían falta frente a descubrimiento tal, lo hubiesen manchado todo, lo hubiesen vuelto burdo. Es así como debía ser inmaculado y secreto; encontrar en mi flores donde una vez fue inhóspito, cambia las formas en que se mira el mundo es algo que siempre imagine pero descubrí estaba muy lejos de lo que la mente puede crear.
Por eso ahora solo encuentro preguntas no respuestas y se me vuelve difícil respirar, no me arrepiento solo me pregunto que es lo que viene...

lunes, 17 de octubre de 2011

De como empezar al revés

- Me levante sudada, el reloj en la pared no me dejo dormir, las paredes de papel mural roto me recordaron en seguida que no me encontraba en casa. ¿Donde estaba? a si, era la habitación de un motel barato a mas de no se cuantos kilómetros de mi pueblo natal. Pero esa no era la pregunta que mas me inquietaba en ese momento lo que primero debí preguntarme fue ¿Que estoy haciendo aquí? las imágenes vinieron a mi cabeza en el instante que formule la pregunta. - Recordé una pieza roñosa llena de pequeños objetos, papeles amarillentos por la humedad, pensé en el colchón gastado por los años en el que solía dormir, recordé lo mucho que lo odiaba. - Por entonces pasaba mis días vagando en las calles polvorientas de Concepción, había algo en esa ciudad que me hacia sentir nauseas. Mamá me decía que siempre había sido así, me repetía : Mane, tu siempre te avergonzaste de mi, cuando naciste chiquilla, me miraste y en tu cara se veía el asco que sentías por mi, tomaste de mi teta y vomitaste to´o, desde hay no volviste a probar mi leche, tu eri una cabra que nació pa´ otras cosas, pero la suerte no te toco no mas y vai a terminar igual que yo limpiando pisos. Luego de eso siempre se reía de manera estruendosa, se reía de mis sueños, se reía de mis libros, se burlaba de la vida como si reír fuerte apaciguara los doleres de la ulcera, como si la hiciera olvidar el abandono. - Razones no me faltaron para abandonarla allí, ahora era libre, tenia la oportunidad de dejarla y lo hice sin mirar, no voy a decir que no me avergüenza haberle sacado la plata que tenia para la operación pero no tenia opción, cada día que pasaba allá me sofocaba mas, me faltaba el aire y tarde o temprano no me hubiese quedado nada que respirar. La vieja va a conseguir la plata igual, le basta acostarse con algún minero con el sueldo en el bolsillo, yo en cambio no tenia como tener dinero, lo que lograba conseguir friendo papas en un local de comida rápida, ella me lo quitaba todo, y lo que no apenas me alcanzaba para comprar un vestido bonito o tomarme un helado con alguna de mis amigas de vez en cuando. - Me levante de la cama con aire nuevo en los pulmones de pronto no me importo no haber dormido, no me importaron las ojeras que afeaban mi cara reflejada en el vidrio salpicado de agua, mi estomago me recordó que no había comido nada desde que salí de casa. No tengo dinero suficiente para mantenerme, pero sin comida tampoco podre hacer nada para conseguirlo. Baje rauda las escaleras del motel, era una vieja casona en el centro de la cuidad, a pesar de lo notorio de su antigüedad no estaba descuidada, estaba pintada de verde oscuro. Abajo me miraba una viejecita encorvada, vestida con un chaleco peluciento hediondo a vejez. ¿Mijita como durmió? la escuche decirme, no tenia ganas de responderle mas lo hice de cualquier forma solo para quitármela de encima rápido. Pero me equivoque porque siguió hablándome, yo apenas la podía escuchar no podía dejar de mirar como las arrugas de su frente se movían me pregunte si lo hacían solas o la vieja se los ordenaba, parecían olas moviéndose al unisonido, como en un vaivén, no quiero llegar a ser como ella, me matare antes de ver arrugas en mi piel, la vieja no deja de hablar, ¿como la callo?, no lo soporto. - Discúlpeme, tengo mucho que hacer, podemos seguir esta charla luego- dije desesperada. La vieja se disculpo por retenerme, mas era claro que no lo sentía, es estúpido disculparse cuando se sabe lo que se hace, pero claro no me podía poner a pelear con una anciana senil, serian palabras lanzadas a una pared. Camine rápido mirando al suelo, no conocía las calles pero no tenia nada que hacer y mi estomago seguía castigándome, el cielo estaba gris pero seguía haciendo un calor insoportable y podía adivinar las gotas de sudor perlandome la frente, no se veía mucha gente, solo uno que otro caminaba rápido y sin mirar a nadie en particular. Como al medio día encontré una cafetería que parecía lo suficientemente accesible para mi presupuesto, entre caminando mas lento mirando donde estaba, el letrero sobre la pared decía " Donde Martita". Supuse que debía ser la dueña, me senté hacia la ventana y apoye mi mochila en el otro asiento, a los minutos después apareció una muchacha como de mi edad con una carpeta y una libreta en las manos, dejo la carta sobre la mesa y dijo: A esta hora solo tenemos café, te y pan con huevo. Le pedí un café y una paila con huevos y se alejo, era muy linda tenia una silueta esbelta a pesar de que no era muy alta, tenia un lindo color de piel algo tostado y el cabello castaño muy claro, sentí algo de envidia, parecía muy superior a mi. Cuando volvió con la comida me pareció aun mas agraciada, pero podía notar que estaba enojada por algo, sentí ganas de preguntarle que le había pasado pero seguramente se reiría de mi, de cualquier forma yo debía tener aspecto de mendiga y ella pensaría: Esta nena me pregunta a mi porque me veo así, cuando ella seguro no tiene ni donde caer muerta. Así que decidí que sería mejor no decir nada. Cuando se estaba marchando, se dio media vuelta me miro y dijo espero que tengas como pagar eso y sin esperar respuesta se marcho. No pude decir nada, me sentí tan humillada tanto que mis mejillas se volvieron carmesí solo atiné a bajar la mirada y tratar de ser invisible al menos mientras aun me encontraba ahí. Los huevos estaban deliciosos o quizás era solo la impresión de alguien que llevaba demasiado sin comer, el olor del café me envolvió en un espejismo de cosas buenas. Me descubrí pensando en que tenia un departamento lindo, ropa aun mejor. De pronto sonó la puerta, mas fuerte de lo que había sonado antes, me di vuelta a mirar era un hombre joven, quizas vinticinco años llevaba unas gruesas gafas de carey negro, era muy alto y delgado, la delgadez de traslucía incluso a través del grueso sweter que usaba, tenia los jeans rotos pero no parecía pobre, o los jeans le sentaban muy bien. Su cara era alargada como una proyección de su cuerpo, me sorprendieron lo largas de sus pestañas. Él miro de pronto a la mesera que me atendiera antes, ella lo miro también y descubrí en seguida que era él la razón de su enfado, mas el joven sonrió amplia mente, camino hacia ella y le oí decirle Carito mi linda, ¿porque esa carita?. La chica safandose de sus brazos le respondió algo de la hora, y que lo había estado esperando, y que ya no quería salir, que no tenia ganas. El hombre se rió y dijo pues bien te espero a que termines el turno de cualquier forma no me puedes echar, le dio un beso en la mejilla y alejo de ella en mi dirección. Se sentó en la mesa contigua a la mía y saco un libro de su bolso, acomodó sus gafas y antes de comenzar su lectura le gritó a la chica que le trajera un té.

viernes, 14 de octubre de 2011

Una salida cualquiera

Mañana. Pasado mañana. Ayer. Hoy . El tren pasó a las tres. Maria y su vestido morado. Una Corriente de aire. Choca mi cara contra el muro. Mire sus pies descalzos. El mar luce lindo. Un beso ha sido robado. No lo encuentro, ayúdame a buscarlo. ¡Esta debajo de la cama! - gritó mamá. He de encontrar lo que no ha sido buscado. El cielo se ha nublado. Mañana me muero, se escucho a lo lejos. La eternidad retumba tal campana. Cállate me dijo. ¡ Lávate las orejas!. ¿Como me dijiste que se llamaba?. El agua escurría del tazón sobre la mesa. He de amarte un día le dijo la prostituta. Mientras tanto duérmete. Te te dicho. Maria madre de dios. Recemos que salga el sol. Anda te y busca los huevos te he dicho mujer. La moral ha sido destruida. Un profeta que profetisa el pasado. Nos vemos hoy a las diez. Se preparan los caballos para correr. ¡Que emoción!. No logro respirar. Su corazón latía. Mas no estaba seguro de que fuera verdad. La tierra arde. El estremecer de sus cuerpos. un campo de centeno me he comprado. Para cosechar hay que plantar. Ultimo avisos a los pasajeros. La luna parecía inmutable en su. Oscuridad del averno. He encontrado el camino a la felicidad. Miradme y afirmad que vuestro pensamiento no es mio. Me mordí el labio por la mañana. Cepillaste los dientes. El dolor torno todo de un color oscuro. Ya no podíamos vernos las caras. La mina se volvía más angosta. Sentirás un leve pinchazo. Mami tengo miedo. Un pájaro interrumpía mi sueño. ¡Malditos bastardos!. Juan ponga atención. ¿Alguien me dice en que año comenzó la guerra?. Y así fue como Dios creo al hombre. Mira la televisión. Se lo gano. Perdí mi conciencia en el abismo inimaginable. Y así fue concebido el Psicoanalis. Hemingway. Puje con las fuerza. Voy a estallar. Mire al cielo. Un hombre se lanzo del décimo piso. No hagan tanto ruido por dios. ¡Las zanahorias a mil!. Sus manos tocaron la tierra por primera vez. Estábamos exhaustos. Listo, terminamos por hoy. Mierda. Lo olvide por completo. Acariciad mi fúnebre carroza. Antes de que se la coma el lobo. El hombre no podía parar. Puñaladas. Una. Mil. Dos. Quince. Tres por quinientos. Podía sentir la comida ser triturada. Se movía en espasmos regulares. Nos quedamos. ¡Quietos!. El firmamento se mueve. Y así termino. Mañana no será otro día. Estúpida rutina. Un teclado sonaba en la oficina. Te odio me dijo con lagrimas en los ojos. El tren se fue a las once. En la once comimos pasteles de. ¡Mierda!. Adiós nos vemos luego.

domingo, 7 de agosto de 2011

Fatalidad

Me encontré perdida, mientras las risas y las luces danzaban a través de mi descuidadas e inmutables yo estaba absorta, miraba lo que parecía ser una mota de polvo, por el tamaño creo que mas bien se le podría llamar pelusa. Me cuestione sobre los lugares que habría conocido esa pequeña partícula de nada, pensé en la gente que habría visto, las charlas que habría escuchado, y me sentí sola mas sola que nunca incluso cuando las voces a mi alrededor se volvían mas estridentes a cada minuto, la fuerza no representa cercanía. Eleve mi ante brazo, me descubrí tensando los músculos en un afán por terminar esa pequeña utopía que se alzaba sobre mi, con delicadeza tome entre mis dedos el polvo y lo mire con decisión. Nos llamamos humanos y nos jactamos ante el mundo de nuestra capacidad de libertad y por supuesto las decisiones que nos llevan finalmente a nuestro pseudodestino cuando yo lo único que logro pensar en este momento es que esa pequeña nada sera mas libre, podrá salir del vacío enorme paradojicamente volando en él, mientras que este ser enorme capaz de las mayores estructuras, este ente con la suficiencia y arrogancia de poder amoldar el mundo a su antojo se encuentra a si mismo en una jaula blindada, en un sistema tan intrincado de redes unidas tan graníticas que resulta imposible siquiera acercarse sin salir mutilada en el intento, como ser libre en lo que conocemos como sociedad, resulta imposible, enormes seres somos y mientras intentamos escapar este insignificante corpúsculo encuentra no rejas sino rendijas y las atraviesa como si no las viera. Ahora siento un tibio beso en la mejilla, es mi hermana sacándome de mi entumecimiento, se ríe y me llama de una manera que por lo pronto no reconozco, todos ríen y cantan, se mueven raudos a mi alrededor invocando una felicidad pasajera al rededor de una mesa, de un banquete, como si así algo de la dicha presente fuera a impregnarse en el alimento, con la esperanza de alargar un poco el momento, meter un poco de luz al estomago para ver si así este llega a nutrir nuestras células, se equivocan y lo se pero no se los digo porque me gusta ver a estos cercanos en su inocencia. Le doy una respuesta corta a mi hermana, aun con la pelusa en mi mano saco del bolsillo contrario un aparato sencillo, de plástico rojo, aun sin verlo adivino la sustancia en su interior liquida, incolora. Presiono el metal con malicia y de pronto veo una llama solitaria flotando en el infinito, acerco la llama hasta mis dedos indice y pulgar hasta que empieza a doler, despego mis dedos previamente únicos para descubrir que la mota desapareció, rió de repente ante la prerrogativa que implica el futuro que me espera ahora ya nadie sera feliz, ni siquiera la que pensó escapar a la norma ya ardió en mi mano, puedo dormir en paz al menos por hoy. Un día escuche en una tonada de el amor es dolor y que no hay que avergonzarse de saberlo. Canto con los demás mientras despliego un carcajada al mundo.